«Busca la magia en la rutina diaria». —Lou Barlow.
Desde hace ya unos años me marqué como objetivo llevar un estilo de vida saludable. Esto suponía buscar tiempo en mi día para introducir esta nueva rutina.
De las 24 horas que tiene el día, unas 7 son las que dedico a mi tiempo libre y a mi familia. Reconozco que, aunque podría ser más, siento que tengo el tiempo que necesito.
Aquí os comparto mi rutina:
Mis mañanas: mi ancla del día
6:00 AM: Me despierto.
15 minutos de meditación: O me siento y me centro en mi respiración, o hago mindfulness… como lo quieras llamar. Es mi ancla para el día.
10 minutos de estiramientos: Fundamentales para mantener el cuerpo a punto.
7:00 AM: Desayuno con tranquilidad mientras escucho algún podcast. Aprovecho también para ordenar la casa y organizar mi jornada antes de que empiece el ajetreo familiar y laboral.
La jornada laboral y la pausa del mediodía
8:30 AM - 13:30 PM: Dedico la mañana al trabajo en mi empresa.
14:00 PM - 15:00 PM: Momento de la comida. Al mediodía estoy solo en casa, así que aprovecho para una pequeña siesta de 20 minutos y un rato de televisión, normalmente para ver un episodio de alguna serie. Es mi forma de desconectar y recargar pilas.
15:30 PM - 19:00 PM: Vuelvo al trabajo de tarde.
El final del día: desconexión
19:30 PM - 21:00 PM: Entrenamiento principal. Practico Jiu Jitsu brasileño o realizo sesiones de entrenamiento de fuerza. Es 1 hora y 30 minutos de desconexión total.
El balance de mi tiempo
Para mí, es la medida exacta.
Estas rutinas, esta disciplina diaria, me ayuda a mantener un equilibrio emocional. Me da paz y me permite afrontar los desafíos de mi vida personal y laboral con fuerza, serenidad y actitud positiva. Sacrifico parte de mi tiempo libre, sí, pero el coste de hacerlo, comparándolo con los beneficios que obtengo, es más que asumible.
¿Y los fines de semana?
El entrenamiento, la meditación y los estiramientos los mantengo religiosamente. Para mí, no es algo negociable. El resto del fin de semana, simplemente... lo que surja. Flexibilidad y disfrute en familia.
¿Qué pasa si no cumplo con lo que me he propuesto?
Te diría que nada, pero no es del todo cierto. No me siento bien, y es algo que tengo (y trato) de corregir. Es verdad que si no medito o estiro un día, no me preocupo en exceso. Pero sí me cuesta cuando no puedo entrenar, sobre todo si es por una causa ajena a mí y rompe mi ritmo. Es parte del proceso.
¿Y tú? ¿Tienes alguna rutina que te ayude a encontrar tu equilibrio?
Me encantaría conocer otros puntos de vista, ver cómo lo hacen el resto de "simples humanos" que pululan por la faz de la tierra.
¡Hablemos en los comentarios!
Una canción:
Un abrazo,
Bernat